miércoles, 12 de octubre de 2016

Protosemiótica (3)

Se conoce como Estoicismo a uno de los movimientos filosóficos que, dentro del periodo helenístico, adquirió mayor importancia y difusión. Fue fundado por Zenón de Citio (332 a.C.-263 a.C) alrededor del 300 a. C. , siendo reconocido y seguido por muchos otros pensadores griegos; notablemente Cleantes de Aso (330 a. C.-232 a. C.) y Crisipo de Solos (278 a.C.-208 a.C.). Fundamentaron sus propuestas en ideas de sencillez y naturalidad, centradas en la búsqueda de la libertad y la tranquilidad, ajenas a las comodidades materiales y la fortuna externa, por lo que se dedicaron a una vida guiada por los principios de la razón y la virtud. Los estoicos (llamados así por su centro de difusión, el Templo de Stoa Poikele, en Atenas), dividieron su filosofía en tres partes: la lógica (teoría del conocimiento y de la ciencia, que incluye la Retórica y la Dialéctica), la física (ciencia sobre el mundo y sobre las cosas) y la ética (ciencia de la conducta y las relaciones humanas). Todas ellas se refieren a aspectos de una misma realidad.

Dentro de los planteamientos de Zenón de Citio está el estudio de los signos como forma de comprensión y representación de la realidad y sus hechos, lo que lleva a un análisis de los significados que podemos aceptar como una semiótica primigenia o protosemiótica. Si bien no quedaron los propios escritos de Zenón, lo que sus discípulos registraron define una clara serie de ideas sobre el signo y sus formas. 

Lo primero que los estoicos introducen es el concepto de acontecimiento sígnico, que consiste en entender que existen fenómenos de relación entre los objetos, sus concepciones mentales y sus representaciones. De alguna manera combinan así las ideas platónicas y las aristotélicas. Del platonismo toma esa entidad ideal o abstracta que no se puede reducir a lo corpóreo ni al pensamiento, puesto que subsiste por sí misma; y del aristotelismo toma el hecho de que debe haber un objeto físico al que designa el signo. Así, además de introducir al usuario del signo en el acontecimiento sígnico, introducen otros tres elementos: el signo (significante), el significado (sentido) y la denotación (referencia u objeto). los términos propuestos por los estoicos son: el semainon, el lektón y el pragma.  En el caso del lenguaje hablado, el significante es el sonido mismo; lo significado es la cosa que se manifiesta con ese sonido; y el objeto es lo que existe en el exterior.

El signo y el objeto son cosas físicas. En cambio el lektón no es un objeto físico ni pensado. Es una abstracción, con subsistencia propia. Puede ser completo, si agrega toda la información posible, o incompleto, si sólo abarca parte del contenido. Esta propuesta teórica de los estoicos trabaja también al signo en general, más allá de lo lingüístico o verbal. Lo curioso es que se explica que los signos tienen que ser "materiales" (marcas, sonidos, letras, hechos, dibujos, figuras), con lo que se excluyen los signos mentales como los conceptos, pensamientos o abstracciones. Sin embargo, los signos sí pueden hacer referencia a cosas abstractas. También aquí se asoma la idea de señal y de símbolo, sólo que vista desde otra perspectiva: lo indicativo. Muchas de estas ideas van a servir luego de base a los siguientes pensadores que desarrollaron otras formas de entender, explicar y definir los signos.

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