martes, 17 de mayo de 2016

La semántica del objeto (1)


En su texto La aventura semiológica, publicado en 1985, el filósofo y semiólogo francés Roland Barthes (1915-1980) propone hacer un estudio semiótico del OBJETO, entendiendo éste desde un punto de vista complejo, que abarca no sólo su definición pragmática de "cosa que sirve para algo" sino también aquello que es pensado, que es fabricado o que existe más allá de su función. De hecho, su primera discusión como introducción a lo que el llama "semántica del objeto", es su propia definición.  

Barthes ve dos grandes grupos de connotaciones para la palabra "objeto".  Un primer grupo constituido por lo que llama connotaciones existenciales, es decir aquella apariencia o presencia de una cosa que es inhumana y que se obstina en existir. En este caso se produce una especie de huida hacia lo inmaterial, que conduce a la idea subjetiva de realidad. Tiene que ver con todo aquello que está fuera del ser humano, que pareciera esconder una esencia que es imposible reconstruir, por más que se intente. Por otro lado, él ve una concepción de objeto connotado que tiene que ver con sus cualidades técnicas o tecnológicas.

El objeto se define entonces como lo que es fabricado; se trata, dice Barthes, de la materia finita. estandarizada, formada e incluso normada. Es decir, sometida a normas de fabricación y calidad. Desde esa visión, es un elemento de consumo. Más aún cierta idea del objeto se reproduce en millares de ejemplares en el mundo, en millones de copias. Esto es válido pata un teléfono, un bolígrafo, un reloj, un plato, un mueble, un vestido, un libro, es decir, para aquello que normalmente llamamos "objeto". Pero este objeto escapa de lo objetivo hacia lo subjetivo, y de ahí lo social, porque cada quien da un sentido diferente a ese objeto. 

Es desde esta última concepción donde parte Roland Barthes para plantearse a los objetos como entes semánticos, y entonces cómo hay una "semántica de los objetos". Ciertamente cada objeto físico, si es considerado como una cosa que sirve para alguna cosa, es absorbido por su finalidad de uso, por su función. pero ello trae a su vez una transitividad: ese objeto sirve para actuar sobre el mundo, por lo que adquiere un significado propio. Barthes afirma que el objeto es una especie de mediador entre la acción y el hombre, por lo que debe ser visto también desde su sentido: su semántica. Aquí entonces se presenta el significado del objeto no sólo en su uso, sino también por su valor sígnico. Cómo se aborda este planteamiento lo veremos en las próximas publicaciones. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario