martes, 9 de febrero de 2016

La Máquina de Turing

Alan Turing, el científico británico del siglo pasado que nombré en la publicación anterior, a quien le debemos muchos de los avances en la programación computarizada y en la cibernética de hoy, inventó un dispositivo que manipula símbolos sobre una tira de cinta de acuerdo a una tabla de reglas, que ha servido de base a toda la informática contemporánea. A pesar de su simplicidad, la Máquina de Turing puede ser adaptada para simular la lógica de cualquier algoritmo de computador y es particularmente útil en la explicación de las funciones de una tarjeta madre dentro de un computador.

Originalmente fue definida por este genial matemático como una "máquina automática" en 1936, en su presentación inicial, esa "máquina" no está diseñada como una tecnología de computación práctica, sino como un dispositivo hipotético que representa una máquina de computación. Las máquinas de Turing ayudan a los científicos a entender los límites del cálculo mecánico.

En realidad no es una máquina física como tal, sino una concepción que luego se lleva a cabo con los sistemas electrónicos adecuados. Este modelo está formado por un alfabeto de entrada y uno de salida, un símbolo especial llamado "blanco", un conjunto de estados finitos y un conjunto de transiciones entre dichos estados. Turing llegó a estos métodos mediante un trabajo muy inteligente de construcción simbólica y lógica, y uno de sus grandes méritos fue poder descifrar las claves secretas de los códigos en los que los nazis se enviaban mensajes durante la Segunda Guerra Mundial.


Sus ideas y determinaciones algorítmicas llevaron a muchas formas de sistemas y "máquinas", que derivaron en los equipos de computación contemporáneos. De hecho Turing también desarrolló un test (La "Prueba de Turing") que es una prueba de la habilidad de una máquina para exhibir un comportamiento inteligente similar, o indistinguible, del de un humano. Propuso que un humano evaluara conversaciones en lenguaje natural entre un humano y una máquina diseñada para generar repuestas similares a las de un humano. De esta forma dio un paso hacia la consideración de la idea de Inteligencia Artificial que hoy manejamos. Este computador y el programa en el que estoy escribiendo, le deben mucho a Alan Turing.


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