domingo, 7 de febrero de 2016

Algoritmos, estética y vida contemporánea

Pareciera que hoy en día los algoritmos se ocupan de todo, desde los buscadores en internet hasta los sistemas de navegación, pasando por la creación artística y la seguridad de las tarjetas de crédito. Nos ayudan inclusive a conocer el mundo, encontrar el amor y salvar vidas. En su expresión más sencilla, un algoritmo es una serie de instrucciones -como una receta de cocina- que puede seguirse para resolver una necesidad específica.

De origen árabe, la palabra algoritmo define al conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema, según un método, con notaciones de cálculo para tal fin. Las instrucciones deben ser bien definidas, ordenadas, delimitadas y a prueba de dudas de manera que si se siguen los pasos sucesivos se alcanzará el fin deseado. Los algorirmos, que se conocen desde antiguo, has sido usados en múltiples formas en todas als culturas, pero es ahora con el boom de la informática que se han generalizado, y resulta que sin saberlo esán detrás de casi todas nuestras necesidades de vida tecnológica. De hecho, hay una cultura y un arte regidos por algoritmos. 

Notablemente una de las áreas que los algoritmos han transformado es el comercio. Desde librerías hasta supermercados, incluyendo a gigantes como Amazon, ofrecen la posibilidad de comprar en línea y, cuando se trata de una empresa grande, todo el proceso está controlado por matemática algorítimica. Según la BBC de Londres, la "mano invisible" de ésta, está presente en toda cadena de comercio. Algoritmos predictores revisan y abastecen las existencias de millones de productos, anticipando la demanda del consumidor. Algoritmos para controlar sistemas, organizan el tráfico miles de millones que viajan por plantas industriales de todo tipo. Algoritmos de ruta controlan el movimiento flotas de miles y miles de camiones y camionetas en todo el mundo, chequeando más millones de rutas distintas por segundo.

Igualmente funcionan en el mundo de internet. Hay más de 100.000 millones de sitios Web en el mundo y sin embargo, usando motores de búsqueda como Google y Bing, conseguimos resultados en fracciones de segundo. Información circula demencialmente por el planeta cada segundo, controlando aviones, comunicaciones, productos y cultura de todo tipo. En el campo del arte y la estética, los programas de computación, basados todos en esa lógica matemática, han cambiado muchas formas de expresión y creación. 

El futuro es inmenso para los algoritmos, pues su uso sigue extendiéndose permeando todas las facetas de nuestras vidas. Pero, ¿podrían llegar a ser tan avanzados como para empezar a hacer mejor que nosotros tareas que siempre hemos considerado como esencialmente humanas? Ya han sido usados para crear e interpretar música y arte de manera cibernética, así como para escribir automáticamente. En ocasiones, los resultados han sido tan buenos que expertos no han sido capaces de diferenciarlos de los originales. Algoritmos aplicados al periodismo ya han sido usados para generar noticias. No sabemos aún qué más nos deparan estas matemáticas aplicadas, pero por lo visto, para la mente humana todavía no hay fronteras inalcanzables.  


Abtracción cristalizada, hecha en programas algorítmicos, por Diana Ong en 2001

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