jueves, 19 de noviembre de 2015

Sobre las cosas y las palabras

Las palabras y las cosas es un libro clave escrito en 1966 por el filósofo francés Michel Foucault, que representó para el un hito en la definición de su pensamiento y una nueva visión cultural y antropológica (ligada de alguna manera al estructuralismo), que origina una forma de aproximación a la compresión de formas de la realidad desde un  punto de vista "arqueológico", entendiendo esta palabra como una manera de des-ocultamiento de ciertos hechos sociales.

Sin embargo no es mi intención hacer un análisis de eso extenso, complejo, profundo e importante libro. Esto ya lo intenté muy brevemente en este blog con anterioridad en 2011 (ver http://ciberestetica.blogspot.com/2011/04/foucault-y-las-palabras-y-las-cosas.html); lo que quiero es destacar un hecho de entre los tantos que Foucault analiza: la idea del lenguaje convertido en objeto. Esta teoría, que es la que más acerca a Foucault al estructuralismo, señala que la aparición, construcción, evolución y multiplicidad de los lenguajes a lo largo de la historia y las civilizaciones termina creando un complejo sistema en el que cada palabra, signo, objeto semántico es a su vez un objeto físico o mental que genera esa indudable relación entre las palabras y las cosas. Por supuesto que para llegar a esto hay intrincadas formas de aproximación, pero me gusta la idea de que las cosas son palabras, las palabras son cosas y que a su vez esto se extrapola a todo tipo de lenguaje, visual, sonoro, táctil audiovisual, sensorial, multimodal.     

Quiero copiar este párrafo del libro en el que finalmente Foucault concluye -en ese aspecto- su idea de cómo vemos hoy el lenguaje, como consecuencia de todos esos siglos de transformaciones y que se aplica más que nunca a nuestro mundo multimediático, donde a veces el sentido ya ni siquiera tiene sentido:
"En el momento en el que el lenguaje, como palabra esparcida, se convierte en objeto de conocimiento, he aquí que reaparece bajo una modalidad estrictamente opuesta: silenciosa, cauta deposición de la palabra sobre la blancura de un papel en el que no puede tener ni sonoridad ni interlocutor, donde no hay otra cosa qué decir que no sea ella misma, no hay otra cosa qué hacer que centellear en el fulgor de su ser."

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