domingo, 30 de agosto de 2015

Revisando a Walter Benjamin (2)

El breve libro de Walter Benjamin (1892-1940) La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica de 1936 es un caso curioso dentro del pensamiento del autor, puesto que parece responder a una necesidad conceptual diferente a otras que dentro de su misma ideología marxista había expresado. En este ensayo -que resultó ser uno de sus más leídos-, aborda temas como el rol del cine en la modernidad, la experiencia perceptiva de la obra de arte y la politización de las expresiones artísticas. Pero sus temas más relevantes son el de la definición de "aura" en la obra de arte y la "reproductibilidad" y sus consecuencias.

Ese concepto de "aura" es el que le va a permitir desarrollar su planteamiento contra el fenómeno de multiplicación técnica de una obra artística. Benjamin identifica el aura con la singularidad, con la experiencia de lo irrepetible. La reproducción a través de los medios técnicos destruye dicha originalidad y ya no es posible estimar el peso de un objeto en cuanto a su valor ritual, sino sólo a partir de su valor exhibitivo e incluso comercial. La pérdida de la originalidad por la existencia de múltiples reproducciones provoca que el arte se vuelva un objeto cuyo valor no puede ser dimensionado en referencia a su funcionamiento dentro de la tradición.

El aura de una obra humana es el carácter irrepetible y perenne de su unicidad o singularidad, que proviene del origen de su creación como inspiración y reflejo de un lugar, una situación, un momento histórico y cultural propio de su acontecimiento. Es como si fuese parte de un ritual expresivo, comunicativo y sobre todo de identificación. De alguna manera tiene un valor de culto, que la hace única e irrepetible. La obra artística entonces, implica una autenticidad que excluye su réplica o reproducción. Toda copia es una profanación. 

Benjamin relaciona así la pérdida del aura en un nivel estético, con una tendencia social general. De esta manera la desaparición de la singularidad encuentra su equivalente en la importancia de las abstracciones, de aquello que razona a partir de lo general: "Quitarle su envoltura a cada objeto, triturar su aura, es la signatura de una percepción cuyo sentido para lo igual en el mundo ha crecido tanto que incluso, por medio de la reproducción, le gana terreno a lo irrepetible. Se denota así en el ámbito plástico lo que en el ámbito de la teoría advertimos como un aumento de la importancia de la estadística".

El siglo XX ve la universalización de la reproducción, de la copia, de la replicación de la obra de arte a través de la fotografía, de la imprenta, del cine y de otros medios mecánicos-técnicos, lo cual va a destruir esa condición de unicidad y de singularidad estética característica de cada obra artística. En la siguiente publicación se analizarán las consecuencias que según Benjamin esto trae, no solo en el campo cultural sino también en el político.


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