miércoles, 11 de febrero de 2015

Deconstrucción en breve

La teoría de la deconstrucción y el método deconstructivista tienen su origen en las ideas del pensador francés nacido en Argelia, Jacques Derrida, y se basan en el estudio del método implícito en los análisis del filósfo alemán Martin Heidegger, fundamentalmente en sus análisis etimológicos de la historia de la filosofía. Consiste en mostrar cómo se ha construido un concepto cualquiera a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas (de ahí el nombre de deconstrucción), mostrando que lo claro y evidente dista de serlo, puesto que toda percecpión y comprensión está sometida a las influencias culturales, históricas y retóricas que están presentes en cada momento y lugar.

En este sentido, aquellos espacios útiles de la conciencia en que lo verdadero en sí ha de darse, están afectados por los componentes históricos relativos y están sometidos a las paradojas de las figuras retóricas de la metáfora y la metonimia. El término deconstrucción es la traducción que propone Derrida del término alemán Destruktion, que Heidegger emplea en su libro Ser y tiempo (Sein und Zeit de 1927) en el que aborda justamente la cuestión del ser. Derrida estima esta traducción como más pertinente que la traducción clásica de "destrucción" en la medida en que no se trata tanto de la reducción a la nada, sino de mostrar cómo la realidad se ha derribado. En Heidegger, la Destruktion conduce al concepto de tiempo; aquella conduce por algunas etapas sucesivas a una experiencia del tiempo que ha sido recubierta por la metafísica, haciendo olvidar el sentido originario del "ser" como ser temporal.

Esta misma idea pero llevada al campo de la significación es lo que hace Derrida, y con él varios pensadores ligados al estructuralismo y a la semiología, puesto que es en este campo donde mejor funciona el proceso de deconstrucción. No obstante la deconstrucción no es considerada como una teoría crítica ni tampoco como una forma de filosofía. Es una estrategia, una nueva práctica de lectura, un mosaico de actitudes ante el texto y la realidad. Investiga las condiciones de posibilidad de los sistemas conceptuales de la filosofía pero no debe ser confundida con una búsqueda de las condiciones trascendentales de la posibilidad del conocimiento. La deconstrucción revisa y disuelve el canon en una negación absoluta de significado pero no propone un modelo alternativo absoluto. 


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