Esta realidad preocupa a casi todos los gobiernos sean del color que sean, pero particularme preocupa a los estadounidenses por su gran dependencia de internet. Tan es así que hace unos 4 años presentaron una Estrategia para Operar en el Ciberespacio, un programa con miras a proteger la nación de un potencial y devastador ataque en la red contra su infraestructura crítica, sistemas clave y otros intereses físicos y electrónicos. Hasta ahora han podido controlar eso, mejorando los resguardos, pero la guerra está siempre latente ahí.
De hecho para el Departamento de Defensa (el Pentágono), el ciberespacio es un campo de operaciones igual a la tierra, el mar, el aire o el cosmos y, por ende, igualmente sujeto a ser escenario de maniobras defensivas y, si es necesario, ataques preventivos y represalias. No obstante, hay expertos que no están muy convencidos de que esta nueva esfera sea análoga a los demás ámbitos de conflicto, mientras que otros creen que la estrategia del Pentágono es anticuada y desearían que fuera más agresiva.
En todo caso, como dijo el mismo William Lynn, "En el siglo XXI, los bits y bytes pueden ser tan peligrosos como las balas y las bombas", por lo que han buscado a avanzar en nuevas tecnologías, desarrollar políticas de acción conjunta entre los diferentes cuerpos militares y crear alianzas internacionales para la defensa cibernética. Por supuesto que esto no solo compete a ese país, sino que afecta hoy en día a todo el globo.
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